Existe amplia teoría sobre la comunicación durante una
crisis, específicamente sobre la comunicación organizacional, que se puede
extrapolar hacia el contexto actual, pero que al momento no se ha realizado en
el campo específico del periodismo informativo y en una situación como la que
afrontamos ahora. Asimismo, se evidencia esbozos del rol de esta especialidad
durante el coronavirus, pero no se identifica puntualmente qué tipo de
periodismo es el indicado para comunicar correctamente durante esta pandemia.
El presente ensayo propone el uso del periodismo social en lugar de un
periodismo tradicional caracterizado por su inactividad frente a cualquier tipo
de realidad. Un periodismo informativo caracterizado por la manifestación de
una postura frente a la realidad y una intencionalidad pública por defender una
de las dos partes implicadas: la humanidad.
El periodismo informativo
tradicional
El periodismo informativo tradicional se ha caracterizado
por la búsqueda de la neutralidad al punto de evidenciar la realidad mostrando
un desapego total de cualquier parte existente en la noticia.[1] La
neutralidad se entiende, según Gonzales (2017) como «aquella que aboga por no
tener criterio propio» (p. 830). Si bien
el periodista puede tener prejuicios o conceptos previos al conocimiento del
hecho, este debe desprenderse de ellos y evitar evidenciar su perspectiva ya
que «la neutralidad pretende evitar posicionamiento concreto alguno a favor o
en contra de alguna de las partes en conflicto.» (Gonzales, 2017, p.830)
Es así como el periodismo informativo tradicional acostumbra
a presentar hechos de cualquier tipo evitando emitir juicios[2] de
valor y dejando que el público sea quien forme este juicio y posteriormente una
postura al respecto.
Del periodismo tradicional al periodismo
social
Desde que el virus se propagó en el Perú, la lucha contra
los contagios y la desinformación ha formado un solo frente en el periodismo
informativo. En este segundo, la prensa ha desmentido noticias falsas[3] sobre
curas caseras e informa sobre las cifras de contagiados día a día. Ha
denunciado la crueldad con la que esta pandemia está acabando con la vida de
las personas y la neutralidad, mencionada anteriormente, se ha visto relegada
debido a que se toma una postura por parte del comunicador, pero esta vez no en
contra de una autoridad o entidad pública/privada. La postura es clara, una
postura de lucha en contra del virus se hace evidente en los medios dejando de
lado lo identificado como neutralidad.
El contexto crítico actual, donde profesiones dedicadas a la
ciudadanía son más necesarias que nunca, ciertos pilares del periodismo toman
menos relevancia que otros. Al respecto, Humanes (2014) menciona: «La
presentación neutral de los hechos se considerará insuficiente en una sociedad
llena de conflictos sociales frente a los que hay que tomar partido.» (p.3)
La neutralidad, convertida en inacción, hace que el
periodismo informativo tradicional sea reemplazado por un periodismo
identificado como social o cívico que toma postura sobre los hechos e invita[4] al
actuar ciudadano. Llobet (2006) menciona: «El periodismo cívico […] pone el
acento en un mayor protagonismo del periodista como actor social no sólo como
emisor privilegiado en contacto permanente con la realidad. Debe estar cerca de
los ciudadanos y con su tarea motivar y movilizar grupos de autogestión que
ayuden a superar problemas sociales concretos.» (p.4)
Periodismo social para una
comunicación crítica
Los medios de comunicación dejan hoy, y a través del
periodismo social, la postura neutral, inactiva, para representar la realidad y
proponer cambiarla. De esta manera el actuar periodístico no culmina en la
comunicación, sino en el incentivo consciente del actuar ciudadano. El
periodista que genera noticias no solo transmite hechos, sino que cuenta ahora
con la capacidad crítica y el horizonte claro de contra quién y a favor de
quién se presentan los hechos. A favor de la ciudadanía, de los esfuerzos
hechos para mitigar impactos, iniciativas ciudadanas y en contra de todo actuar
que desmerezca las medidas tomadas.
Menciona Castiglione (1997) respecto de las noticias: «A
diferencia del texto escolar que observa una larga tradición caracterizada por
la ausencia de conflictos en el tratamiento de los temas, los periódicos ofrecen la posibilidad de
contacto con los hechos desde la complejidad diversiones, matices o
interpretaciones.» (p.85). En este sentido, además de señalar que una noticia
debe causar impacto e informar, se puede afirmar también que las noticias
señalan una «realidad en permanente cambio basada en una concepción básica de
noticia como el hecho que quiebra el status quo e irrumpe
imprevistamente.» (Llobet, 2006,
p.7). Respecto de lo afirmado en el último
punto, se concibe la noticia como un agente de ruptura del status quo evidenciando
su carácter crítico desde la naturaleza misma de esta. Respecto del carácter
crítico, Cornejo (2017), menciona: «Sin mentes críticas identificadas con los
valores democráticos y la participación ciudadana, sería imposible concebir un
periodismo y una comunicación orientada hacia el bien común, el bienestar y el
desarrollo humano.» (s.p.)
El periodismo social más que una opción, se hace una
necesidad. Como la consciencia de que este no solo informa o intercambia
mensajes, sino que tiene la capacidad de influir en el comportamiento de la
población peruana y debe ejercerse en base a ese conocimiento:
«El informador neutral es un espectador del acontecer que
transmite lo que observa fielmente, mientras que el periodista participante
juega un papel activo en la vigilancia del sistema social» (Johnstone, Slawski
y Bowman, 1976, como se citó en Humanes 2014).
Conclusión:
El periodismo debe, no solo comunicar esta realidad, sino
cambiarla. «La comunicación tiene dos dimensiones que operan sobre los imaginarios:
una de interacción mediante el intercambio de mensajes y de discursos; y otra
de práctica social, mediante la construcción de sentidos de vida.» (Contreras,
2020, p. 10)
El periodismo social es y debe ser usado en tiempos de
pandemia ya que su actuar corresponde a las medidas que requiere el contexto.
Es importante observar también que se corre el riesgo de que el periodista
pueda confundir neutralidad con imparcialidad dirigiendo erróneamente el
horizonte de la profesión hacia el sesgo de información y la falta de
objetividad como consecuencia. El periodismo debe sentar postura, como lo ha
venido haciendo durante esta pandemia, pero respetando la objetividad y el rol
eterno del periodismo: la búsqueda de la verdad y la construcción de
ciudadanía.
El periodismo informativo ha venido cumpliendo en la
práctica su función social más que nunca; sin embargo, se ha evidenciado una
falta de crítica hacia el accionar político, no de la variedad existente de
medios, sino de aquellos conglomerados tradicionales que manifiestan una
postura a favor del sector empresarial y no de la ciudadanía.
Bibliografía:
González, M. (2017). Objetividad no
es neutralidad: la norma objetiva como método periodístico. Estudios Sobre El Mensaje Periodístico, 23(2), pp. 829-846. Recuperado de:
https://doi.org/10.5209/ESMP.58018
Humanes, M. (2014). Evolución de roles y actitudes. Cultura y modelos profesionales del periodismo. Cuaderno Central. N°54. Recuperado de: https://bit.ly/2TfjOSw
Contreras, A. (2020). La comunicación en tiempos del coronavirus. Mediaciones, 2., pp. 1-10. Recuperado de: https://www.alainet.org/es/articulo/205349
Olarte, M. (5 de junio del 2014). El rol del Periodista. Deontología de la Comunicación. Recuperado de: https://deontologiaupbbga.blogspot.com/2014/06/el-rol-del-periodista.html
Lee, M. (2013). La investigación a partir de historias. Manual para periodistas de investigación. Paris, Francia: Unesco. Recuperado de: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Quito/pdf/226457S.pdf
Cornejo, F. (2 de mayo del 2017). El rol de los periodistas, comunicadores y medios en la sociedad. Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Recuperado de: http://www.concortv.gob.pe/destacados/rol-de-los-medios-en-la-sociedad/
Llobet, L. (2006). ¿La función social del periodismo o periodismo social?. UNIrevista, 1(3), pp. 1-11. Recuperado de: https://bit.ly/2z5XBiV
Castiglione, A. (1997). El diario en la escuela y la formación de valores. Revista Comunicar, 8, pp. 83-88. Recuperado de: https://bit.ly/2LyXrTV
Donsbach, W. (2014). Cómo entender al periodismo. Buenos Aires, Argentina: Minigraf. Recuperado de: https://bit.ly/2LFOA2w
San Martín, R. (2008). CONTRA LA OBJETIVIDAD EL MITO DE LA NEUTRALIDAD PERIODÍSTICA Y LAS ALTERNATIVAS PARA REPENSARLO. Perspectivas de la Comunicación, 1(1), pp. 73-80. Recuperado de: https://bit.ly/3g4VU6b
[1] La neutralidad puede debatirse desde el ámbito del
periodismo, la verdadera objetividad en la ciencia y el conocimiento de la
realidad desde la filosofía.
[2] El debate sobre los juicios no sólo recae en los de valor
sino también expandirse a los juicios analíticos, sintéticos, a priori y
posteriori que propone Inmanuel Kant en su Crítica de la razón pura.
[3] Es importante mencionar que este
exceso de información ha sido también una desventaja para los medios al momento
de contrastar la información, siendo los principales afectados aquellos que se
desarrollan en plataformas digitales. Sin embargo, casos como el del científico
falso denominado “Jorge Cuyumbamba” ha sido un problema grave para los llamados
mass media.
[4] La acción reflejada en este término es importante ya que
muestra un periodismo activo, que sienta postura y propone. A diferencia de uno
que se limita a la presentación de los hechos.
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